Con el supuesto fin de ahorrar costos en el plan de viviendas Procrear, han mezclado los modelos proyectados para cada región.
Ariel se preguntaba, invadido por la indignación y la impotencia, qué sentido tenía lo que estamos haciendo en la facu. Con los estudiantes del último curso de la carrera, estamos desarrollando un ejercicio proyectual de viviendas sociales en el ex Mercado de Hacienda. Paradójico, ¿no? El Estado paga la capacitación de arquitectos en este tema para luego pícaramente querer ahorrárselos. Todo lo contrario a lo que promueve el prestigioso arquitecto chileno Alejandro Aravena. “Lo que le falta a la vivienda social es calidad profesional”, como dijo en una reciente entrevista. Los mejores profesionales, los mejores pagos deben estar dedicados a la vivienda social y agregó con cierta ironía: “Si no sos suficientemente bueno, podés dedicarte a diseñar museos”. VER+
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